Sanación cuántica y energética

La verdad es que todos y todas somos grandes magos, lo único que  estamos dormidos. Sí, así de triste. Y claro, cuando se está “dormido” es fácil que las pasiones (del griego “πάθος”) nos dominen.

Yo, mago, el gran mago

Tras este título que  tiene un cierto tono irónico, lo que pretendo es hablar sobre mis vivencias en el campo de lo que hoy llamamos sanación cuántica y energética.

Vaya por delante que mi experiencia es muy gratificante y bonita. Me gusta dar algunos datos al consultante de su vida privada que sólo conoce él o ella para dar confianza, y si ellos me lo permiten, grabo con una cámara la sesión; puede ser un bonito recuerdo. Y he ayudado en situaciones muy variadas: abusos, cáncer, problemas familiares, dolores de hombro, falta de energía… incluso alguna posesión y alguna casa con ruidos raros.

Espero que algún día la ciencia le dé explicación a esto; de momento son los rusos quienes van por delante en estas investigaciones.

La verdad es que todos y todas somos grandes magos, lo único que  estamos dormidos. Sí, así de triste. Y claro, cuando se está “dormido” es fácil que las pasiones (del griego “πάθος”) nos dominen. En otro post lo detallaré.

 

Tendencias de sanación cuántica

 

Existen varias tendencias dentro de la sanación cuántica. Por lo que llevo observado, en varios sitios me he encontrado cosas que no me parecen adecuadas y aprovecho para contarlas aquí. Con ello no pretendo deciros que mi trayectoria es la mejor, también he sido crítico con lo recibido, ni que así actúen todos, sólo quiero dejar constancia de lo que observo.

Se trata de lo siguiente: algunos  se prestan a formarte como terapeuta y más o menos “te dan la capacidad” de hacer este tipo de sanaciones pero sin una base sólida y sin una práctica suficiente con  “pacientes”, aunque así lo anuncien; suelen respaldarse además con una popularidad ya trabajada y con la de algún famoso. Además, los que van a las consultas reciben una información ya aprendida de antemano (parecida a un diagnóstico espiritual) sin tener en cuenta que cada persona es diferente.

Me da pena que por una mala praxis a la gente se le cierren las puertas a  este tipo de sanación energética y cuántica, cuando es algo muy potente y un excelente complemento a otras formas de abordar la salud: medicina, etc.

Después de esta especie de advertencia y queja mías, paso a contaros mi evolución en éste  terreno.

 

Mi evolución en la sanación cuántica

 

Mis padres proceden ambos de zonas muy empobrecidas de España y por eso mismo ahí se mantenían y mantienen unas tradiciones esotéricas aún vivas. Especialmente el lugar de nacimiento  de mi madre, una aldea paupérrima de la sierra murciana (ahora no lo es tanto). Creo que de ella he recibido indirectamente ciertas capacidades.

Como todos, fui creciendo en esta sociedad tecnológica y científica, podéis imaginar que como todo padre de clase baja los míos querían que sus hijos ascendieran estudiando lo que era oportuno, así que  esas facultades mías estaban ocultas, aunque de tarde en tarde algo aparecía.

Hasta que como si recibiese un mensaje del cielo, decidí hacer Yoga. Yo seguía con mi actividad laboral normal, pero por dentro apareció el conflicto, no estaba a gusto conmigo mismo, no sabía el por qué.

 

Sanación energética

 

Mi sorpresa surgió durante mis estudios de osteopatía craneosacral cuando en las prácticas  colocaba las manos a  los compañeros, y ellos entraban en “trance”. Es a partir de esta experiencia que me centro más y presto toda mi atención a estas potencialidades.

Después, y como caído también del cielo, me entero de que alguien ha trabajado la facultad de transmitir a otros una energía sanadora, así que allí me presento, por supuesto con una actitud crítica que aún mantengo. Me ha servido para centralizar lo que desde niño tenía medio disperso.

Procuro siempre acudir a lugares especiales para nutrirme espiritualmente, siento en ellos una enorme fuerza. Visito cuando puedo los santuarios de la Virgen de Atocha, la Virgen de Covadonga, la Virgen de El Rocío …

Y continúo estudiando y profundizando, para estar  a disposición de todo aquel y aquella que desee y crea que le puedo ayudar.

Jose Sanguino